Tener ayuda para hacer crecer tu empresa es una buena idea; descubre aquí cómo pedirla sin endeudarte.
Hay momentos en la vida de los negocios en los que, por alguna razón, necesitamos de apoyo económico para lograr nuestros objetivos, crecer o mantenernos a flote. Sin embargo, no todos nos decidimos a pedir un préstamo por todos los mitos e historias de terror que rodean a este proceso.
En esta ocasión, nos dedicaremos a contarte la verdad detrás de estas leyendas y te diremos por qué la palabra préstamo no es sinónimo de deuda, sino una buena oportunidad para mejorar la salud financiera de tu negocio e incluso expandirlo hacia nuevos horizontes. Además, te daremos las herramientas necesarias para que, en el momento en el que sientas que debes pedir un préstamo, lo hagas sin miedo y con toda la información a tu favor para tomar la mejor decisión.
¿Cuáles son las ventajas de un crédito?
Primero que nada, debemos recordar las diferencias entre un crédito personal y uno empresarial. En resumen, los créditos empresariales te darán un monto mayor de efectivo porque están destinados a costear proyectos de precios elevados, además de brindarte más tiempo para poder liquidar tu deuda y mantener tu salud financiera.
El secreto de este tipo de préstamos se encuentra en los proyectos, ya que pueden ir desde renovar el mobiliario, comprar nuevas herramientas de trabajo, mejorar el flujo de efectivo de tu caja, aumentar el número de trabajadores e incluso abrir nuevas sucursales, entre otros. Como puedes ver, estos proyectos son difíciles de realizar si no cuentas con un empujón económico fuerte en momentos clave, por eso la opción de solicitar un préstamo te puede ayudar a llevarlos a cabo.
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